Tradicionalmente, las prioridades de investigación han servido principalmente a las necesidades institucionales, sin tener en cuenta las aportaciones de la comunidad. Este enfoque ha dado lugar a resultados de investigación que, si bien satisfacen las necesidades institucionales, no han supuesto un cambio notable para los marginados por las estructuras de poder y los que sufren los efectos de los sistemas opresivos. La estrategia de la RPC consiste en cambiar esta dinámica. Hacemos hincapié en el liderazgo y la supervisión comunitarios para garantizar que la investigación se ajusta a las acciones y estrategias que benefician directamente a la comunidad. Nuestro objetivo es que la investigación aborde y satisfaga las necesidades materiales de los miembros de la comunidad, dando lugar a resultados tangibles y beneficiosos.

Este valor subraya el enfoque del Consejo respecto a la interacción y el diálogo. Damos prioridad a la comunicación clara, el respeto mutuo y la escucha activa. Todas las voces del Consejo son valoradas, y nos comprometemos a ser abiertos, honestos y transparentes en todos los tratos, fomentando una base de confianza con todas las partes interesadas. El diálogo deliberativo y marcos similares ayudan a reforzar y crear espacios seguros para este valor en la práctica.

El Consejo reconoce la importancia y el valor de todas las culturas y entiende que la conciencia cultural en la investigación es fundamental para respetar las diversas prácticas culturales, la sabiduría y las formas de ser que están presentes en nuestra comunidad. El Consejo reconoce además que muchos métodos de investigación occidentales tradicionales pueden ser discriminatorios, reductores y sesgados. Utilizando la lente de la Teoría de la Variabilidad Cultural, entendemos que cada cultura configura sus propias normas y definiciones de bienestar. Nuestro planteamiento pretende ser respetuoso, integrador y adaptable a estos variados contextos culturales.

El Consejo pretende capacitar a los miembros de la comunidad para que, con el tiempo, dirijan su propia investigación con cierto grado de autonomía respecto a las instituciones. Damos prioridad a las oportunidades de formación en investigación, organización comunitaria, participación, facilitación, creación de consenso, comunicación y producción de contenidos. Al ofrecer formación práctica, ayudamos a desarrollar el «músculo cívico» colectivo y trabajamos para que la comunidad alcance un nivel de autonomía a la hora de abordar sus propias necesidades de investigación.

Este valor subraya la dedicación del Consejo no sólo a dar prioridad a los proyectos de investigación destinados a minimizar o eliminar los daños, sino también a asesorar críticamente sobre los estudios propuestos. Esto implica identificar activamente los daños potenciales en las propuestas de investigación y facilitar el diálogo entre los miembros de la comunidad y los investigadores para abordar estas preocupaciones de forma que se mitiguen o eviten los daños. La participación y el coliderazgo de los miembros marginados de la comunidad son fundamentales en este proceso, ya que garantizan el bienestar y la protección de todas las personas y de la comunidad en general.

El Consejo se basa en una perspectiva interseccional de la diversidad, la equidad y la inclusión, entendiendo que ninguna persona o grupo es un monolito y que puede existir una diversidad de experiencias e identidades dentro de cualquier individuo o grupo. El Consejo celebra y valora la diversidad de identidades y experiencias de nuestra comunidad en general como una fortaleza y un don que, si se respeta, puede aportar una enorme sabiduría y valor a nuestro trabajo al servicio de la comunidad. Además, el PRC trata de crear espacios y estructuras equitativos que incluyan explícitamente todo el espectro de diversidad que existe en nuestra comunidad. sin excepción – especialmente aquellas perspectivas tradicionalmente al margen de las estructuras de poder, informadas por la experiencia directa con los sistemas opresivos que deseamos transformar.

El Consejo se compromete a ser abierto y responsable en todas sus actividades. Nos centramos en la comunicación directa y los procesos transparentes para garantizar la integridad de nuestras acciones y decisiones. Una comunicación eficaz es esencial para crear y mantener la confianza de los ciudadanos. La comunidad, a la que servimos, merece ser informada con precisión para supervisar eficazmente y exigir responsabilidades al Consejo. Damos prioridad al intercambio oportuno y coherente de información para mantener al público bien informado.

El PRC está comprometido con la investigación sostenible que da prioridad a los beneficios duraderos para nuestra comunidad. Nos centramos en la distribución equitativa de los recursos, la reducción de los daños relacionados con la investigación y el fomento de la participación continua de la comunidad, más allá de la duración de los proyectos individuales.